Los niños invaden Ponferrada

Los primeros de la fila, que no quiere decir los primeros de la clase, fueron los alumnos del La Asunción, que iban disfrazados de molinos de viento. Tras ellos, los días de lluvia del colegio Jesús Maestro, que ayer desentonaron ante un día de carnaval infantil muy soleado. La fantasía egipcia de los estudiantes del Compostilla cerraron la comitiva en un desfile en el que participaron más de un millar de niños de 19 colegios ponferradinos. Después de recorrer la ciudad y pasar por la glorieta del Templario, los niños disfrazados llegaron hasta el parque de la Constitución, donde pudieron merendar. El Ayuntamiento de Ponferrada repartió 1.4000 bocadillos y refrescos entre todos los participantes en el desfile, que en todo momento contaron con la colaboración de 70 voluntarios del Cima, que organizaron el evento. A pesar del desfile, por las calles de la ciudad había sevillanas, spidermans vigoréxicos, pipis calzaslargas, demonias y un sinfín de trajes inidentificables. Moscas, gheisas, trogloditas, animales de todo tipo y condición, gallinas, pintores... la imaginación es una de las cosas que siempre se queda corta en carnaval, sobre todo para los más pequeños, que ayer disfrutaron de su jornada especial en la capital berciana, que aún tiene que celebrar hoy el día de la juventud y el próximo martes el gran desfile de carnaval que cerrará las fiestas de este año.