jueves, 16 de octubre de 2008

Mirones, el arquitecto que proyectó media Ponferrada

Todas las ciudades tiene un arquitecto que ha dejado su huella en sus calles más que en ningún otro lugar. Y el de Ponferrada es José Martínez Mirones. Nacido en Santander en 1908, el mismo año en el que la capital berciana recibía el reconocimiento de ciudad, y fallecido en el 2003, el trabajo del que fue arquitecto municipal entre 1943 y 1975 abarca un periodo que arranca con las dificultades económicas de la posguerra y la arquitectura de inspiración renacentista del Franquismo y concluye en las construcciones funcionales de los setenta. Su vida y su obra ocupan desde ayer una muestra en La Cripta del Museo del Bierzo, dentro del programa cultural del Centenario, inaugurada por el alcalde, Carlos López Riesco. El alcalde recordó el valor arquitectónico que conservan algunos de los edificios proyectados por Mirones y que forman parte del catálogo de inmuebles protegidos. «Su obra la estamos viendo todos los días y muchos ponferradinos no conocen a su autor», afirmó. Durante 41 años de actividad, y después de trabajar en el despacho de su tío, el ingeniero Ángel Mirones, José Martínez realizó más de tres mil proyectos entre los que destacan el colegio San Ignacio, las iglesias de San Pedro y San Antonio, la residencia de mayores Hogar 70 de Fuentesnuevas o la mayoría de los edificios de la céntrica plaza de Julio Lazúrtegui. No siempre sus diseños iniciales acabaron reflejados con fidelidad en los edificios construidos y el historiador Vicente Fernández, que se ha encargado de buscar el material para la exposición con ayuda de la familia de Mirones, ponía ayer el ejemplo de la iglesia de San Pedro, donde la falta de fondos obligó a prescindir de su diseño de las torres. Fernández valoró proyectos que sobreviven al paso del tiempo como el edificio de Hogar 70 o las viviendas de Ciudad Jardín, y no dejó de destacar un hecho que dice mucho de Mirones. «Era honrado», decía ayer recalcando que entre los pleitos que han quedado registrados en los juzgados de los arquitectos de Ponferrada, José Martínez Mirones «es el que menos tiene pese a estar tantos años en activo».

La D.O. Bierzo minimiza el efecto de las 137 hectáreas que se arrancarán

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo considera que las solicitudes de ayuda para el arranque de viñedos formuladas por viticultores de la comarca no son preocupantes. El órgano rector de los vinos de calidad bercianos reconoce que el número de peticiones cursadas está por debajo de lo esperado y que no afectará al sello de calidad. En esos términos se expresó ayer el presidente del Consejo Regulador, Alfonso Arias, que aseguró que las 137 hectáreas que se arrancarían si finalmente cumplen los requisitos de la OCM del Vino es una superficie muy pequeña dentro de la Denominación de Origen Bierzo. Además, son viñedos en parcelas marginales y de pequeña extensión. En todo caso, Arias insiste en reclamar que la nueva OCM del Vino no sea tan restrictiva. Cree que la normativa europea debería ofrecer ayudas para el arranque de viñedos que no están en producción o de variedades que no tienen demanda en el mercado. «Esos datos están por debajo de lo que estimábamos en todo caso nos gustaría que esas parcelas no hubiera sido sólo marginales sino también aquellas de variedades en desuso en la denominación de origen como el palomino o la garnacha tintorera o parcelas abandonadas» apuntó Arias. El presidente la Denominación de Origen Bierzo añadió que, en todo caso, habrá que esperar a la resolución de estas peticiones y confirmar las ayudas que recibirán los viticultores para conocer si finalmente se arrancarán o no esas 137 hectáreas.