jueves, 22 de enero de 2009

El historiador Jorge Parra cataloga las piezas del libro "El alabastro a través del tiempo. Colección Jaime Trigo" que se presenta hoy en Pontevedra.

El jueves 22 de enero a las ocho de la tarde, en el salón de actos del edificio Fernández López del Museo de Pontevedra, se presentará el libro El alabastro a través del tiempo. Colección Jaime Trigo, en el que se recogen las trescientas piezas de este material que a lo largo de treinta y ocho años ha reunido este anticuario, quien ha ido seleccionando, con gran acierto, tallas procedentes del mercado nacional e internacional, compradas en diversos países de Europa y América.
El historiador y doctorando en archivística Jorge Parra Faba, vecino de Valtuille de Abajo, realiza la catalogación de las 300 piezas de alabastro que se muestran en el libro. El anticuario Jaime Trigo ha realizado esta pueblicación para llevar a término un fín que siempre fue su preocupación, el disfrute del arte por el arte. Este trabajo de catalogación atística se llevo a cabo en los cinco primeros meses del año 2008 y hoy 22 de enero de 2009 ve sus frutos con la presentación de este libro, en un marco tan trascendete y relavante como lo es el Museo de Pontevedra.
El conjunto de relieves y figuras exentas de la colección y único en lo que atañe a la diversidad de estilos y escuelas. Cabe destacar la presencia de piezas inglesas, de Nottimgham, desde el siglo XIV, esculturas de variadas iconografías inspiradas en abundantes fuentes literarias y en el antiguo y nuevo testamento, en los evangelios apócrifos; esculturas de las escuelas francesa y holandesa, del barroco portugués, Vírgenes de Trapani, escultura española del siglo XVI, colonial e italiana que expresan el gusto y entendimiento en la materia del coleccionista.
Es la historia, como él mismo dice, de una pasión. El anticuario pontevedrés Jaime Trigo destaca que los buenos momentos que ha disfrutado buscando las piezas de su colección de alabastros por todo el mundo «no se pueden comparar con nada». «Sentirse un coleccionista -añade- y descubrir cada una de ellas hasta conseguir que el conjunto tenga coherencia e importancia ha sido para mí más que una afición a la que he dedicado gran parte de mi vida». Nada menos que casi cuarenta años le ha ocupado esta bella obsesión, desde que comenzó en el mundo de las antigüedades y desde que, como afirma, un San Miguel del siglo XVI fue «el encargado de convencerme y atraparme por su transparencia y belleza». Desde los 70 esta colección única de alabastros ha ido creciendo hasta alcanzar las trescientas piezas y ahora todas ellas se reúnen en un libro que ha editado en castellano e inglés el propio Jaime Trigo, titulado El alabastro a través del tiempo, y en el que destacados expertos en arte subrayan la importancia de este valioso legado. La obra se presentará el próximo día 22 en un acto en el Museo, que tendrá lugar en el edificio Fernández López a partir de las 20 horas.
En las páginas de la obra, Trigo cuenta cómo arrancó esta colección y también cómo la edición de este libro le ha permitido hacer realidad otra de sus grandes ilusiones. Lo reconoce también el director del Museo, Carlos Valle Pérez, que en su aportación a la obra destaca que el otro gran sueño de Jaime Trigo es que la colección permanezca unida, «que no se disperse, que se conserve como un todo y que pueda contemplarse cómoda y públicamente, bien en un museo, bien en un centro de otra naturaleza, siempre, en cualquier caso, abierto a los visitantes», pero que para que este se cumpla habrá que esperar algún tiempo. Por su parte, la historiadora Ana Gándara no escatima en elogios hacia el propietario y las piezas que ha acumulado con tanto tesón, destacando que la colección es fruto de dos cualidades indispensables en esta profesión, la vocación y la sensibilidad, y también que ha sido la «férrea motivación» del pontevedrés la que ha permitido reunir estas 300 piezas sin desprenderse ni de una sola de ellas, «anteponiendo siempre la idea de conjunto a cualquier oferta o necesidad». Ella misma asegura que ha sido testigo de propuestas por obras «que han sido difíciles de olvidar». «Pero la responsabilidad y el deseo de preservar la selección para el disfrute de todos, ha dado como resultado uno de los más bellos y completos grupos que de tallas de alabastro existen en el mundo en manos privadas».
En este libro, el director del Museo Provincial, Carlos Valle, también resalta lo magnífico de la colección, su carácter dispar, y que en sus inicios fue sorprendente «por lo poco común que tal material resulta en su tierra». «En ella se valorará el conjunto -señala-, sin duda sobresaliente, mereciendo reseña pormenorizada algunas obras, como las de filiación inglesa del siglo XV». Otra particularidad es que Trigo posee nada menos que catorce representaciones de la Virgen de Trápani, la serie más nutrida existente en España de una imagen de devoción que, como explica el director, «conoció una particular difusión desde esa ciudad de Sicilia en la etapa final de la Edad Media y en los siglos de la Moderna». Si la colección es de lujo, el libro no lo es menos, con las fotografías de Óscar Companioni.

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